Hay cosas que han
pasado en nuestras vidas, que son muy buenas, otras que duelen, muchas que
cuestan dejar y algunas otras que no deberíamos seguir cargando.
Es como si
lleváramos una “caja” con las “cosas” que siempre van con nosotros: lindos
recuerdos, alegrías, logros, mamá, papá, personas que amamos, gente que ya se
fue, canciones que evocan, experiencias de todo tipo, deseos, temores, los “no
puedo”, los “mejor ya no”, los “mejor después”, los “sí puedo!”, los escudos
que nos defienden ante cualquier peligro que nos quite la seguridad.
Llevamos muchas
cosas con nosotros!, así que sería bueno saber en qué lugar se encuentra cada
“sentimiento”, “recuerdo”, o por decirlo así “cada cosa nuestra”, tenernos
en orden, no tenerlas todas amontonadas o escondidas en la “caja”, es
importante saber quién soy, dónde estoy, para saber hacia dónde voy, … y si no
tenemos conciencia de en qué
lugar se encuentra todo lo que soy!,
no podremos llevar un camino construido sobre una base fuerte en orden y
firmeza.
En reconocer quiénes somos está el inicio del
triunfo.
Ánimo!, a seguir
conociéndonos! Sería un error
pensar que tal como eres es todo lo que puedes ser. Eres mucho mejor!, sólo
tienes que seguir conociéndote y aprendiéndote.
Una pista!, la
oración nos ayuda… el encuentro con Dios nos remite a nosotros mismos, y no es
un tema de egocentrismo, es cuestión de orden… pues ¿Cómo pienso ayudar a los
demás y ser mejor! si no empiezo por ayudarme y conocerme a mí mismo primero? Que Dios, que es
nuestro creador, nos enseñe amar a sus criaturas.
Hay cosas que
han pasado en nuestras vidas, que son muy buenas, otras que duelen, muchas que
cuestan dejar y algunas otras que no deberíamos seguir cargando. Pero nunca
sabremos qué dejar, abrazar, curar, amar en nuestras vidas sino empezamos a
poner nuestra “casa” en orden y vamos reconociendo todo lo que somos, lo que
fuimos y sobretodo, lo que podríamos ser.
Que Dios Padre nuestro nos muestre y acompañe en el camino.
Amén.
POR.- RUBÉN PAREDES